5.6.06

EL JOVEN LOVECRAFT, UNA TIRA DE CULTO

El Joven Lovecraft es una tira cómica ya de culto que aparece semanalmente en el mundo de la blogosfera como un soplo de aire fresco. En "El Joven Lovecraft" se narran la pubertad turbulenta de dicho autor americano a modo de ficción y mostrando su lado más oculto y, también, más cotidiano.
La tira está realizada al guión por José Oliver, conocido en los blogs por JQ-El Cisne Negro, apodo decadente y romántico, y, a los lápices Bartolo Torres Prats, conocido por el pseudónimo siempre sugerente y misterioso de El Hombre que Pía.
Hasta la fecha han aparecido 59 tiras que ya forman parte del acervo popular del cómic publicado en internet. Afirmamos, no sin alegría, que las diferencias entre vida y ficción, es decir, realidad y poesía, se hermanan en la excelencia de la creación de la tira. Aquí la vida y obra de Lovecraft están filtradas por el tamiz lúcido, encantador y gamberro de la mitología de los autores.
En el género de la tira cómica triunfa la acción, el dinamismo e inmediatez, surge del arte de composición dramática cuyos planteamiento, desarrollo y resolución del argumento y los conflictos que la mantienen en vilo, deben desarrollarse -puesta en escena- en un periodo limitado de tiempo y espacio. Esto requiere de una gran técnica de ingenio y síntesis.
El gran handicap de la tira gráfica es la construcción y elaboración de personajes como modernamente entendemos: lo de la psicología, corporeidad, etc. ¿Hasta qué punto es eso un defecto? ¿El género de la tira está infravalorado por la falta de consistencia del personaje y la pobre elaboración de la trama?
El caso es que los autores "interiorizan" a sus personajes, siempre en el contexto de una acción y que aprovecha con gran economía esos momentos privados de los personajes, y acentúan la relación de los llamados caracteres a la situación y el argumento con tal destreza que la lectura de las tiras puede dar la impresión -al que busca una caracterización redonda que le sirva de apoyo para mantener la trama- que los personajes no están plenamente desarrollados. Advertir que los caracteres no deben aparecer como productos acabados incapaces de alcanzar o de perder profundidad. El carácter del personaje -en este caso Lovie- debe desarrollarse dinámicamente en términos de un conflicto entre voluntad personal y la voluntad del mundo, entre la libertad y la necesidad, entre la instancia y la circunstancia. En la sucesión gráfica, sin embargo, surgen en toda su viveza en función de un proceso dinámico que actualiza la historia de Lovie y que se concibe al personaje a la vez como individuo y como parte de una serie de relaciones que suponen no sólo los demás personajes, sino también el argumento o mundo que trasciende a cada uno de los lectores.
Señores, el arte gráfico, mágico y recurrente de los autores al mostrarnos estos caracteres dinámicos del género de la tira, hace superfluo todo tipo de psicologías y realismo.
Ahora, sin más dilación, analicemos la tira nº 34 (ver aquí) para mostrar este arte gráfico:
Esta secuencia cotidiana bascula entre el placer y la monstruosidad, descanso y violencia, relajación y tensión. En esta tira es lo que se denomina el arte de la doble metáfora.
Nos explicamos:
Existe una lectura literal: Lovie relata desde el presente un hecho pasado, que ve a su tía desnuda en el baño y esto le mueve a la locura. El personaje sublima su visión por el hecho de ver un cuerpo desnudo en la bañera.
Luego está una primera lectura metafórica: Lovie proyecta desde su subconsciente la imagen de su tía en la bañera con la pesadilla onírica de un monstruo en una ciénaga. Por lo que hay ese punto sutil de unión, finísimo pero lúcido, entre lo cotidiano y la ficción literaria de Lovecraft real.
Finalmente, una segunda lectura metafórica: ¿qué le mueve al personaje a ver en el simple baño de un familiar un desencadenante de la locura y muerte? Aquí tenemos que recurrir al significado del verbo mover, pero desde el significado del verbo etimológico en latín, MOVERE, que es el sentido de conmover, en este caso remover esa leyenda del autor norteamericano del miedo visceral a lo femenino y a lo sexual. Se dice -y se ha escrito- que Lovecraft sentía una cierta aversión por el sexo.
Todo esto, la doble metáfora, está cimentado para desencadenar un golpe de ingenio. El ingenio es la agilidad intelectual que permite ver las similitudes en cosas aparentemente disímiles al descubrir "correspondencias" que no son evidentes por sí mismas, así como la invención que pueden expresar estas "correspondencias" imaginativamente.
Como podemos observar, los autores estructuran esta tira de una manera portentosa: en las dos primeras viñetas introducen un plano ficcional del personaje -escribe sentimientos de terror-, y, finalmente, lo rematan por una última viñeta deslumbrante ante lo cotidiano.
El salto de ingenio descubre una relación significativa entre objetos e ideas, ya preexistente, pero que no se conocía con precisión. La novedad reside en la "correspondencia" mediante la cual una pensada encadenación de viñetas recibe una forma original y significativa.
Para más datos aquí tenéis el blog de las tiras de El Joven Lovecraft.
Y aquí la web oficial.